¿Es posible hablar de libertad cuando el plástico se encuentra hasta en las entrañas más profundas de nuestro cuerpo? Estudios han encontrado micro plásticos tanto en la sangre como en los órganos (Carrington, 2022), incluso en la placenta (Garcia et al., 2024). Respiramos micro plásticos sin darnos cuenta (Rodríguez, 2023) y lo consumimos diariamente no sólo a través del agua (Huerta, 2024), sino en todo lo que usamos.
El plástico se ha vuelto parte fundamental de nuestra existencia biológica y el ambiente en el que vivimos. Entonces, ¿acaso alguna vez somos libres del plástico si nos acompaña en nuestra vida diaria? Y si no, ¿qué tan cerca estamos de esa libertad?
Plástico en todas partes al mismo tiempo
Definitivamente, el plástico vino a cambiar y a facilitar nuestra vida. Gracias a él, sectores como la medicina, la tecnología, la alimentación y el transporte han transformado la manera que vivimos. Desde jeringas desechables hasta envases de alimentos, así como dispositivos móviles y componentes para autos.
Tanto ha revolucionado el plástico al mundo que hemos llegado a un punto de la historia en donde pareciera que a donde sea que volteemos, nos encontramos con este a nuestro alrededor. Mientras más lo pensemos, más difícil es imaginar una vida sin él.
Lo que inició como un invento innovador, ha resultado en consecuencias graves no sólo para los ecosistemas marinos y terrestres, sino también para los seres humanos. Vivimos en un planeta que se ha beneficiado de este recurso, pero que también lo ha explotado al punto de sobrepasar la capacidad que el mundo puede soportar. Además, a pesar de los recientes esfuerzos por impulsar una cultura de reciclaje, solo el 9% del plástico que se produce en el mundo se recicla; esto debido a que el material puede estar contaminado, los componentes químicos por los que están hechos o la rentabilidad que, en ciertos casos, no es conveniente para las empresas (UNDP, 2023).
La prisión plástica y la oportunidad para alcanzar la libertad
Despertamos cada día en un ambiente lleno de plástico; dormimos entre textiles sintéticos, vestimos con ropa hecha de poliéster, caminamos con suelas de goma, vemos las notificaciones en un teléfono celular cuyas piezas internas están hechas de este material, y también lo respiramos a través de los micro plásticos suspendidos en el aire (Rodríguez, 2023). Esto es resultado de un sistema económico y cultural que ha hecho del plástico un pilar de la vida. Bajo este contexto, ¿qué tan libres somos si nuestras decisiones de consumo están moldeadas por un sistema que necesita del plástico para funcionar, aun cuando nos afecta?
La activista social Angela Davis señala que la libertad no es el destino final, sino un proceso continuo de cuestionamiento y transformación (Davis, 2016). Así como existen sistemas que oprimen a la sociedad de diversas maneras, también existen sistemas de consumo que condicionan y limitan las elecciones sobre lo que consumimos.
Sin percatarnos, consumimos lo que nos ofrece el mercado para satisfacer nuestros deseos y necesidades, sin considerar el impacto que puede tener o diferentes alternativas. Además, si bien el consumo está condicionado por la capacidad adquisitiva de las personas, también influye la narrativa del sistema que incentiva el uso de plástico.
Un nuevo imaginario colectivo*
Hoy en el día internacional libre de plásticos, es importante reconocer que la eliminación total del plástico en los usos y costumbres de las personas es, por ahora, casi imposible, pues vivimos en un sistema de consumo que mantiene a la sociedad en el margen de este material. Sin embargo, lo que sí podemos y debemos hacer, es tomar decisiones más conscientes sobre lo que consumimos y cómo lo hacemos: alargar la vida útil de los objetos que utilicemos, reducir el consumo de plásticos de un solo uso como los desechables.
No obstante, más importante es que comencemos a imaginar nuevas formas de habitar el mundo. Si hoy vivimos con plástico en el cuerpo o ecosistemas llenos de este residuo, comencemos a pensar en imaginarios colectivos donde ya no sea así. Porque si la libertad es un proceso que no termina, entonces es necesario: tomar conciencia de la manera que vivimos, disrupción para crear nuevos imaginarios colectivos de lo que podría ser el mundo y organización para la construcción de alternativas con elecciones conscientes (Davis, 2016).
Por: Mariana Elizabeth Peña Laureano
Coordinadora de Iniciativas en Desarrollo Sostenible
Ruta Azul, Tec de Monterrey
Correo: mariana.pena@tec.mx
Referencias
- Carrington, D. (2022). Microplastics found in human blood for first time. https://www.theguardian.com/environment/2022/mar/24/microplastics-found-in-human-blood-for-first-time
- Davis, A. (2016). Freedom is a constant struggle. Haymarket Books. https://dialecticalartist.wordpress.com/wp-content/uploads/2021/03/freedom-is-a-constant-struggle.pdf
- Garcia, M., Liu, R., Nihart, A., El Hayek, E., Catillo, E., Barrozo, E. R., Suter, M. A., Bleske, B., Scott, J., Forsythe, K., Gonzalez-Estrella, J., Aagaard, K.M. y Campen, M. J. Quantitation and identification of microplastics accumulation in human placental specimens using pyrolysis gas chromatography mass spectrometry. Toxicological Sciences. Volume 199. Pages 81–88, https://doi.org/10.1093/toxsci/kfae021
- Huerta, L. (2024). https://unamglobal.unam.mx/global_revista/amenaza-invisible-240000-nanoplasticos-en-un-litro-de-agua/
- Concentra. (2007). Imaginario colectivo: una exploración del concepto de edgar morin. https://concentra.com.ar/imaginario-colectivo-edgar-morin-libro/
- Rodríguez, H. (2023). Amenaza invisible: 240,000 nanoplásticos en un litro de agua. https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/plastico-hasta-aire-que-respiras_14331
- United Nations Development Programme. (2023). ¿Por qué no reciclamos más plástico? https://stories.undp.org/reciclar-mas-plasticos
*Imaginario colectivo: conjunto de mitos, símbolos, representaciones e ideas compartidas por los miembros de una sociedad o comunidad. (Concentra, 2007)