Foto por: José Iván Gutiérrez Mata. Agosto 2023. Reforestación, barranca Mixcoac, Ciudad de México.
¿Qué te parece sumar una docena de amigos árboles, cactus, matorrales y plantas para polinizadores a tus redes de apoyo contra la emergencia climática?
- Reforestar no sólo es plantar un árbol, es conectarse con sus raíces, hidratarlo, verlo crecer y fomentar las condiciones para que esté sano y grande. Es pensar en el mañana, cuidando hoy a un pequeño aliado que nos regalará sombra, agua y beneficios ambientales cuando crezca.
Aunque las causas por las que un territorio se deforesta y pierde su cobertura vegetal son muchas, algunas están bien documentadas. Greenpeace (2021) identifica como las principales a “el incremento de la frontera agrícola y ganadera; la tala ilegal junto con los incendios forestales; la expansión de áreas urbanas e industriales; así como plagas y enfermedades de los árboles”.
Según la FAO (2022), la deforestación es “la conversión de los bosques a otro tipo de uso de la tierra, independientemente [de] si es inducido por humanos o no". Por lo que básicamente podemos afirmar que deforestar no sólo es quitar la foresta, sino el cambio de uso de la tierra.
A nivel global se calcula que anualmente perdemos 15 mil millones de árboles debido a actividades humanas. De mantener el ritmo de deforestación actual los bosques del planeta desaparecerán en 300 años, unas 12 generaciones (Ecoluba 2022).
Para 2021 (Conafor), el 96% de la deforestación en México se reportó por la conversión de más de 160 mil hectáreas para praderas y tierras de cultivo; esto equivale a una superficie ligeramente más grande que el tamaño de la Ciudad de México, la cual mide 145 mil hectáreas.
Una de las consecuencias más notorias de la pérdida de árboles y áreas verdes es la alteración del ciclo del agua, lo cual, conduce tanto a las extremas sequías y calores que padecemos en muchas ciudades del país, como a las fuertes tormentas y precipitaciones que de pronto caen, arrastrando tierra y residuos, que terminan mezcladas con las aguas negras, saturando el drenaje y generando inundaciones, caos y pérdidas.
La deforestación también ocasiona la pérdida del hábitat de mucha de la biodiversidad, e incluso también de los nutrientes y elementos que conforman el suelo; llegando a la desertificación. Todo ello nos priva y margina de grandes beneficios o servicios ambientales y que disfrutamos como la regulación de la temperatura, el agua, la sombra y frescor de los árboles, el canto de las aves, la limpieza de la atmósfera y la disminución de contaminación del aire y ruido, sólo por citar algunas.
¿Cómo aminorar los efectos del cambio climático? Quizá no podamos hacer un alto en el camino para reparar el clima, pero sí podemos hoy revisar nuestros hábitos de consumo, así como sembrar árboles, revegetar y cuidar zonas deforestadas o baldías; te comparto algunos tips para ello.
Nuestro consumo
Ten en cuenta en hacer un consumo coherente y con actitud propositiva hacía las tres Rs, nos referimos por supuesto a Reducir, Reutilizar y Reciclar, nos ayudan mucho, por lo que, en particular te recomiendo que observes tu consumo:
- Rechaza o disminuye los alimentos elaborados con aceite de palma, cada vez se deforestan más selvas y bosques tropicales para el cultivo de este tipo de palma. En particular galletas, botanas y chocolates, checa la lista, cuida el planeta y tu salud.1
- Evita imprimir en papel, así como utilizar madera y árboles de plantaciones no certificadas. Tanto las hojas de reuso como la madera de segundo uso, son soluciones menos dañinas para nuestro entorno. Ya sea en su forma rústica cómo las tablas de los pallets de contenedores de carga o procesado en aglomerados como el mdf o el triplay, reusar y reciclar madera, son alternativas seguras para disminuir la deforestación.
- Disminuye el consumo de carnes rojas y productos lácteos. Al reducir el consumo de carne, también será menor el uso de los recursos, como los territorios que se deforestan para satisfacer los insumos que requieren la producción de ganado vacuno.
Y si de plano sí se armó la carnita…
- Realiza asados con carbón certificado o mejor aún, con carbón de residuo de coco; con ello además de evitar la tala de árboles aprovecharán mejor el fuego pues los tiempos de combustión son más largos y rendidores.
Reforestación o revegetación
Para mitigar y adaptarnos en mejores condiciones al cambio climático, las reforestaciones son una muy buena alternativa, siempre y cuando:
- Conozcas el terreno y planifiques qué tipo de especies llevarás.
Reforestar no sólo es sembrar árboles, también puedes revegetar con agaves, cactáceas, arbustos y otras pequeñas plantas que incluso pueden generar mayores beneficios ambientales. Consulta qué tipo de vegetación es natural y autóctona de la zona, así será más sencilla su adaptación y no introducir plantas ajenas que resulten plaga o problema a otras especies que ya habitan la zona.
- Que tu reforestación sea en temporada de lluvia o en la época del año que prevalezcan mejores condiciones climáticas para las plántulas que lleves. Las temporadas de secas o de mucho calor perjudicarán la adaptación de nuestras plantas; mientras que en temporada de lluvias tendrán una mejor adaptación de plántulas y arbustos; consulta (https://www.biodiversidad.gob.mx/atlas/) sobre los ciclos y planifica con base en ello.
- Asumas el compromiso de cuidar, regar y dar mantenimiento a tu zona reforestada.
Para ello puedes abonar cada tres o cuatro meses con composta casera elaborada con tus residuos orgánicos vegetales más hojarasca https://blogsostenibilidad.tec.mx/es/vida-sostenible/hare-composta-en-casa.
Si crees que cuidar el agua y no utilizar agua potable para regar nuestras plantas es una buena excusa para no reforestar, te informo que no es así. Siempre puedes cosechar agua de lluvia o recuperar y reusar las aguas grises de tu lavadora e hidratar con ella plantas, jardines y plantaciones. Recuerda que debes utilizar detergentes biodegradables, no ocupes cloro ni otros químicos para que no dañen a las plantas, bacterias y microorganismos que forman parte del suelo y de su biodiversidad.
La deforestación avanza y tenemos prisa… y es que recordemos que algunos árboles demoran más de 20 años en crecer.
Haz acción climática, al revegetar los cerros, barrancas y áreas verdes, lo que nos permite disfrutar de beneficios ambientales como disminuir temperatura y refrescar el ambiente, limpiar el aire, amortiguar ruido y contaminación; así como contribuir al abatimiento de la emergencia climática.
¿Qué te parece sumar una docena de amigos o familiares para esta tarea? Si cada persona se compromete a sembrar y cuidar al menos diez plantas o árboles, imagina el resultado. Organizarte con familia y amigos, ya sea para recuperar la foresta y vegetación en lugares deforestados o para vegetar y arbolar predios y baldíos que no tenían cubierta. Que tu esfuerzo valga la pena y la reforestación que organices te permita cosechar logros verdes hoy y un mundo más arbolado mañana. Sembremos juntos, que tenemos prisa.
Por: Mtro. Luis Miguel Arévalo Ahúja
Coordinador de capacitación y jornadas de Reciclatrón
Dirección de Cultura Ambiental y Asuntos Internacionales,
Secretaría de Medio Ambiente, CDMX
Fuentes consultadas: