Un comienzo fuerte siempre es efectivo para captar la atención. Así que, ¿te parece si te cuento algo? Últimamente, me ha rondado el pensamiento de cómo culpamos a otros por no adoptar estilos de vida "eco-friendly". Te pongo un ejemplo: la crítica hacia personas que usan platos desechables en las comidas de su día. En verdad yo tampoco estoy de acuerdo con los materiales de un solo uso, pero ¿hemos considerado las diferentes realidades que viven las personas?¿hemos considerado realmente el costo y accesibilidad de alternativas sostenibles? ¿Estamos seguros de que todos tienen acceso al agua necesaria para utilizar utensilios reutilizables? Si queremos abordar la sostenibilidad, es imprescindible discutir sobre justicia social y la igualdad de condiciones. La crisis climática afecta de manera desproporcionada a los grupos más vulnerados de la sociedad, por lo que debemos incluir estos temas en la conversación.
Hablemos del caso de Nuevo León. Es bien sabido que en nuestro estado tenemos una pésima calidad de aire, pero detengámonos a analizar la situación a nivel municipal. De acuerdo con los resultados de la “Encuesta Así Vamos Nuevo León 2023”, las y los habitantes de San Pedro Garza García presentan la mejor percepción de calidad de aire en comparación con otros municipios, pues los resultados de la encuesta muestran que tan solo el 0.9% de la población considera que tiene una Pésima calidad de aire y el 48.6% considera que esta es Buena. Pero movámonos unas cuantas avenidas hacia el municipio de Juárez donde la realidad es totalmente distinta. El 14.2% de la población indicó percibir una calidad de aire Pésima y 15.5% lo calificó como Mala. Realidades parecidas se mostraron en Monterrey, García y Cadereyta (Cómo Vamos, Nuevo León, 2023).
Continuemos con esta encuesta, resulta irónico que el 85.2% de los habitantes de San Pedro afirman que tiene al menos 1 vehículo motorizado y el 50% dice tener más de 1. En contraste con el resto de la Zona Metropolitana de Monterrey, dónde se observa que el 40.5% de la población no posee ningún vehículo. A nivel estatal esta cifra asciende al 41.6% (Así Vamos, 2023). Resulta cuestionable que, a diferencia de San Pedro, otros municipios que no contribuyen significativamente a la contaminación del aire por el uso de automóviles, sean los que más padecen sus efectos negativos. ¿A qué se deberá esto? Mi primera reflexión apunta hacia las fábricas, como Ternium en San Nicolás o la refinería de Pemex en Cadereyta, conocidas por su alto impacto ambiental, pero la ciudadanía ¿qué culpa tiene? Esta situación me ha llevado a considerar lo siguiente: mientras que las familias más acomodadas se benefician de las ganancias de estas fábricas, la población de otros municipios sufre las consecuencias de la contaminación. ¿Ven el punto que mencionaba? Las personas de escasos recursos son quienes menos contaminan, pero son a las que más se les culpabiliza. Esto me hace recordar la situación durante la pandemia de COVID-19, cuando se señalaba a quienes continuaban utilizando el transporte público y no podían mantener la distancia social. ¿Qué otra opción tenían? Muchos de ellos tenían que seguir trabajando para proporcionar alimentos, medicamentos y otros elementos esenciales para sus hogares, incluso si eso significaba usar un transporte público abarrotado. No todos tuvieron el privilegio de trabajar desde casa o en un esquema híbrido.
Retomemos el tema que mencioné al principio: ¿qué pasa con el agua? ¿Cómo puedes exigirle a alguien que evite los utensilios de un solo uso si no tienen acceso a agua potable para mantener la limpieza de los reutilizables? La preocupación por el agua ha ido en aumento; en 2022, la escasez o desperdicio de agua era un problema ambiental importante para el 4.3% de la población en el estado. Esta cifra se ha incrementado al 24.2% para 2023 (Cómo Vamos Nuevo León, 2023). Durante los 12 meses previos a la encuesta, el 84.6% de la población reportó problemas relacionados con el agua, como cortes en el suministro o disminución de presión, especialmente en municipios como San Nicolás, Guadalupe, Monterrey, García y Juárez.
Al reflexionar sobre las complejidades de la sostenibilidad y la justicia social, me surge una pregunta fundamental: ¿estamos realmente involucrando a todas las personas en la lucha por un ambiente menos contaminado? Observo con admiración las manifestaciones ambientales, pero no puedo evitar cuestionar si estamos haciendo un esfuerzo por incluir a aquellos que más sufren las consecuencias de la degradación ambiental. Entendamos que incluso al manifestarnos hay privilegios para algunos ¿Qué barreras les impiden a algunas personas sumarse a esta causa? Hay quienes ni siquiera pudieran estar pensando en la crisis ambiental, porque meramente están pensando en sobrevivir día a día y llevar alimento a sus hogares, que están corriendo de un lado a otro con un transporte público ineficiente y no les queda ninguna hora del día para pensar en esta situación.
Con esto no pretendo criticar las acciones individuales, pero considero que es momento de cuestionar por qué la sostenibilidad parece ser un privilegio reservado para unos pocos. Por eso reitero mi postura de que la justicia social y la sostenibilidad deben ir de la mano si queremos construir un futuro más equitativo y sostenible para todos. Si quieres conocer un poco más del tema, te dejo aquí algunas recomendaciones de videos:
- https://youtu.be/W2JOQSwk-eY?si=b_9S87wHrZDN0xW
- https://youtu.be/H7gw87sZJxY?si=JcszZaNij3jyo4fS
- https://youtu.be/KD-HuMKb05c?si=8c3aCNTG9HaELgX-
- https://youtu.be/QydhPc3ZPvM?si=TZQuWFXMSdqxZwTS
- https://youtu.be/1rLcVOZ6bL8?si=dCAU8PrCSUtR-8B5
Yamileth Luna Torres
Estudiante de la Licenciatura en Gobierno y Transformación Pública
On campus intern en Ruta Azul
Referencias:
¿Cómo Vamos, Nuevo León? (2023). Encuesta Así Vamos Nuevo León. Cómo Vamos Nuevo León | Inicio (comovamosnl.org)