Una taza de café contiene tantas posibilidades de mejorar nuestro día como una botella de tinta de escribir poesía, pensó Rubén Darío en uno de sus diarios. Y es que el café nos da la energía que necesitamos para comenzar nuestro día y finalizar cada una de nuestras tareas diarias. Para mí, una taza de café es el botón que enciende mi mente y me permite lograr la agilidad mental necesaria para llevar a cabo mi trabajo, leer, hacer ejercicio, conversar con mi familia todos los días.
Por ello, leo con angustia las afectaciones negativas que tendrá el cambio climático en la producción de café. En un artículo de 2022, Roman Grüter, Tim Trachsel, Patrick Laube e Isabel Jaisli evaluaron el impacto global del cambio climático en los cultivos de café, anacardo y aguacate. De estos tres cultivos, el café resultó ser el más vulnerable en todas las regiones productoras. Según el estudio, será a partir de 2050 cuando comience un proceso de disminución general de su producción en todas las regiones en las que se cultiva, esto va a impactar tanto a la variedad Coffea arabica y Coffea robusta, está última es la que considera más resistente, aunque de menor calidad.
Actualmente, sabemos que las acciones que tomemos para combatir el cambio climático implican una transformación de nuestro día a día, ya que es imposible reducir las emisiones de carbono si mantenemos los mismos hábitos de consumo. Esto también aplica para el café, por lo que tenemos que comenzar a transformar nuestras prácticas asociadas a la bebida que tuvo una gran influencia en la Revolución Francesa, cuyos ideales se materializaron en los derechos humanos.
Los productores de café llevan años cambiando sus prácticas de siembra, experimentando con variedades de café y procesos de fermentación para hacer frente al cambio climático. Sin embargo, nosotros los consumidores solemos preocuparnos menos porque nuestra mirada se enfoca únicamente en la taza que disfrutamos todas las mañanas. Por lo qué, aquí propongo seis acciones que pueden contribuir a un consumo responsable y sostenible del café:
- Acción 1: Consume café producido en la región productora de café más cercana a tu lugar de residencia o cultivado en el país. En México tenemos producción de café en 16 estados de la república, seguramente tendrás una cerca de ti, los estados productores son: Colima, Chiapas, Estado de México, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Tabasco, Tamaulipas y Veracruz.
- Acción 2: Compra tu café con tostadores locales que pertenezcan a alguna cooperativa de productores y que trabajen muy cercanos a ellos. Esto te va a permitir probar constantemente diferentes varietales de café, como pueden ser: Typica, Caturra, Obata, Garnica u otras, que sumado a los diferentes tipos de fermentación — natural, lavado, honey, etcétera— hará que cada día inicies con una experiencia diferente al beber tu taza.
- Acción 3: Cuando sea posible, prepara tu café en casa con métodos de extracción que generen menos emisiones. Algunos de estos son: la cafetera moka, la prensa francesa y el “calcetín” que es un filtro de tela, y cambia a un filtro de acero inoxidable, si utilizas cafetera o método de goteo.
- Acción 4: Evita utilizar filtros de papel que son de un solo uso, además, se producen en países lejanos, como China, Japón, Brasil, etcétera.
- Acción 5: Consume café de fermentación natural u honey, para evitar agregar leche y endulzantes para reducir el sabor amargo del café.
- Acción 6: Evita el uso de desechables, haz una pausa en tu día para beber tu café en taza. Si vas a una cafetería pídelo en taza, esto también te ayudará a reducir el nivel de estrés, sin embargo, si no es posible tu estancia, lleva siempre tu termo, evita el desechable de un solo uso.
Estas seis acciones contribuyen a reducir las emisiones de dióxido de carbono o CO2 que no percibimos. Además, inciden directamente en fortalecer a los productores locales, que constantemente buscan mejorar la calidad de nuestra taza, con el cuidado del cultivo de los varietales y los métodos de fermentación.
Recordemos que, gracias al café, como bebida y espacio de sociabilidad, hoy tenemos derechos humanos y una sociedad que busca ampliar los derechos de las minorías, porque «una buena taza de su negro licor, bien preparado, contiene tantos problemas y tantos poemas como una botella de tinta», como escribió Rubén Darío, nuestro gran poeta hispanoamericano.
Mtro. Marco Antonio Ramírez Mercado
Profesor de Humanidades, Tec de Monterrey
Dirección de Innovación Educativa y Aprendizaje Digital
Referencias:
- Global Coffee Platform. (2022). Coffee Sustainability and Carbon Footprint. Global Coffee Platform. Recuperado de https://www.globalcoffeeplatform.org/latest/2022/carbon-footprinting-experts-call-for-the-coffee-sector/#report-facts
- Global Coffee Platform. (n.d.). Collective Reporting. Global Coffee Platform. Recuperado de https://www.globalcoffeeplatform.org/our-work/collective-reporting/
- Grüter, R., Trachsel, T., Laube, P., & Jaisli, I. (2022). A Systematic Review on the Impacts of Climate Change on Coffee Agrosystems. Recuperado de https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC9824350/
- Haggar, J., Soto, G., Casanoves, F., & de Melo Virginio, E. (2017). Environmental-economic benefits and trade-offs on sustainably certified coffee farms. Ecological Indicators, 79, 330-337. Recuperado de https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1470160X17301991
- Valade, A. (2023). How the coffee industry is dealing with climate change. Climate Chance. Recuperado de https://www.climate-chance.org/wp-content/uploads/2023/03/bs2022_en_utcatf_tendance_cafe.pdf