¿Sabías que lo que comemos tiene un impacto tan significativo en el cambio climático como nuestro uso de automóviles y energía en casa? Es crucial reflexionar sobre cómo nuestros hábitos alimenticios, incluso en días como el Día del Amor y la Amistad, influyen en el planeta. Aunque pueda parecer un detalle, cada elección cuenta. Adoptar prácticas alimenticias más sostenibles es esencial para reducir nuestra huella ecológica y preservar el medio ambiente para las generaciones venideras. ¡Es hora de cambiar nuestros hábitos alimenticios para cuidar nuestro planeta!
¿Cómo se conecta la alimentación con el cambio climático?
La alimentación humana ejerce un impacto significativo en la crisis del cambio climático, y uno de los impactos más relevantes es la generación de emisiones de gases a la atmósfera, los que a su vez provocan fenómenos como el calentamiento global. A continuación, se presentan ejemplos de impactos ambientales provocados por la producción y distribución de los alimentos:
- Emisiones asociadas con el proceso de producción del alimento: La producción ganadera, especialmente la de carne de res y cordero, son una de las principales fuentes de emisiones como metano y óxido nitroso. Según Poore y Nemecek (2018), la ganadería representa aproximadamente el 14.5% de las emisiones a la atmósfera, provocadas por el humano, a nivel global.
- Deforestación y cambio de uso del suelo: La producción de carne y cultivos como la soya para alimentar al ganado, promueve la deforestación y libera grandes cantidades de carbono almacenado en los bosques. Estudios como Nijdam et al. (2012) han demostrado que la deforestación contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero. Lo que a su vez provoca otros problemas como el calentamiento global.
- Uso intensivo de recursos naturales: La producción de alimentos, especialmente la ganadería, requiere grandes cantidades de agua, energía y otros recursos naturales. Según la FAO i(2021), la producción de carne utiliza aproximadamente 8 veces más agua que la producción de granos.
- Transporte y distribución de alimentos: El transporte de alimentos conlleva emisiones significativas debido al uso de combustibles fósiles. Un estudio de Weber y Matthews (2008) encontró que la distancia recorrida por los alimentos tiene un impacto sustancial en las emisiones asociadas con su producción.
Entonces, ¿qué puedo hacer con mi alimentación para reducir mis emisiones?
Como consumidores tenemos el poder de tomar decisiones que reduzcan nuestras emisiones y el impacto ambiental asociado a los alimentos, a través del cambio en la alimentación. Aquí algunos consejos:
- Elige productos sostenibles: recuerda que las empresas buscan satisfacer la demanda de los consumidores, más en festividades como el Día del Amor y la Amistad. Es importante presionar a los gobiernos para que incentiven a las empresas en la creación de productos sostenibles.
- Reduce el consumo de carne: animar a las personas a reducir su consumo de carne, especialmente de carnes rojas, puede tener un impacto significativo en la reducción de las emisiones. Es necesario establecer, con base en tu estilo de vida y necesidades individuales, la cantidad óptima de carne que debes ingerir. La OMS1 recomienda limitar el consumo total de carne, sugiere que el consumo óptimo de carne roja se sitúe entre 42.8 y 71.4 gramos/día. Por otro lado, el USDA2 sugiere que los adultos consuman alrededor de 140 a 170 gramos de carnes de alta calidad al día, lo que puede incluir una combinación de carnes magras, aves, pescado, mariscos y otras fuentes de proteína como huevos, legumbres, nueces y semillas.
- Consumir carnes de menor emisión y de manera responsable: al elegir opciones como pollo, pescado y mariscos, las emisiones se reducen considerablemente.
- Optar por alimentos de origen vegetal: las frutas, verduras, granos enteros, legumbres, nueces y semillas son opciones más sostenibles en comparación con la carne y los productos lácteos. Los vegetales son fuente de muchos minerales y vitaminas, su consumo aumenta la saciedad y aporta mucha fibra dietética.
- Preferir alimentos locales y de temporada: al elegir alimentos locales y de temporada, se reducen las emisiones asociadas al transporte y se apoya a los agricultores locales. Si visitas algún restaurante en esta época, puedes consultar este dato.
- Reducir los desperdicios: compra o prepara sólo lo que necesites para reducir las emisiones asociadas con la producción, transporte y eliminación de alimentos. Recuerda que la humanidad produce más alimentos de los que se necesitan para alimentar a todos, sin embargo, el hambre sigue siendo un problema en todo el mundo.
Ahora que conoces el impacto de los alimentos, ¿cómo podrías participar en la solución a esta crisis? ¿Conoces organizaciones con las que podrías aliarte para hacer frente como comunidad? ¿Te animas, también, a conocer la diversidad de alimentos de culturas que producen platillos más sostenibles?
Nuestra acción individual importa, ¡más aún si se conecta con la de 8 mil millones!
Por: Mtro. Jorge Alberto Mosqueda Benavides
Profesor de Humanidades
Dirección de Innovación Educativa y Aprendizaje Digital
Tec de Monterrey
Referencias:
- Nijdam, D., Rood, T., & Westhoek, H. (2012). The price of protein: Review of land use and carbon footprints from life cycle assessments of animal food products and their substitutes. Food Policy, 37(6), 760-770.
- Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). (2021). Livestock's long shadow: Environmental issues and options. Retrieved from http://www.fao.org/3/a0701e/a0701e00.htm
- Poore, J., & Nemecek, T. (2018). Reducing food's environmental impacts through producers and consumers. Science, 360(6392), 987-992.
- Weber, C. L., & Matthews, H. S. (2008). Food-miles and the relative climate impacts of food choices in the United States. Environmental Science & Technology, 42(10), 3508-3513.