La agroindustria es una parte fundamental de la economía mexicana. De la producción y el procesamiento de todos los productos que consumimos, surge una gran cantidad de residuos que se han convertido en una preocupación creciente. Pero ¿qué pasaría si cambiamos nuestra perspectiva y vemos estos residuos como una fuente valiosa y renovable de recursos?
Los residuos generados por los diferentes sectores agroindustriales en México son asombrosos. La industria de alimentos, por ejemplo, produce toneladas de desperdicios orgánicos, como cáscaras, semillas y restos de vegetales, que podrían ser utilizados en la producción de composta, bioenergía o incluso como ingredientes para otros productos. Por otro lado, las industrias ganaderas, avícolas y porcinas, generan miles de toneladas de estiércol y otros subproductos, que contaminan cuerpos de agua y emiten gases nocivos para la atmósfera, los cuales pueden ser transformados a fertilizantes orgánicos, combustibles renovables y como fuente de energía térmica. La implementación de tecnologías de biodigestión y compostaje puede permitir una gestión más eficiente de estos residuos.
En cuanto a las cosechas, es común que se descarten grandes cantidades de partes no comestibles de las plantas, como tallos y hojas. Estos residuos podrían ser utilizados para la fabricación de bioplásticos, papel reciclado o como fuente de nutrientes para la producción de fertilizantes naturales. Asimismo, las industrias de bebidas y licores generan desechos como bagazos de frutas, restos de cereales y subproductos del proceso de destilación, que podrían ser transformados en productos de alto valor agregado, como alimentos funcionales o ingredientes para la industria cosmética.
Aprovechar estos residuos agroindustriales no solo tendría un impacto positivo en el medio ambiente, reduciendo la contaminación y la emisión de gases de efecto invernadero, sino que también abriría nuevas oportunidades económicas y de desarrollo para México. La creación de industrias especializadas en el aprovechamiento de residuos agroindustriales generaría empleo y fomentaría la innovación tecnológica en el país.
Es fundamental concientizar a la sociedad sobre la importancia de reducir, reutilizar y reciclar, promoviendo una cultura de consumo responsable. Se requiere de políticas y regulaciones que promuevan la valorización de los residuos agroindustriales, así como incentivos para las empresas que implementen prácticas sostenibles, siendo imprescindible que, tanto el sector privado como el público se unan en este esfuerzo.
Es importante crear la sinergia entre todos los desarrollos tecnológicos que se realizan en las universidades y centros de investigación y las empresas, estas alianzas permitirían llevar a la práctica toda la ciencia y el conocimiento que se ha desarrollado en el tema del aprovechamiento de residuos agroindustriales, es una oportunidad que no debemos desaprovechar. Transformar estos desechos en recursos es una estrategia inteligente que beneficia al medio ambiente, impulsa la economía y nos acerca a un futuro sostenible.
Es hora de reconocer la riqueza oculta en nuestros campos y plantas de procesamiento, y trabajar juntos para construir un México más verde y próspero para las generaciones venideras.
Por: Dra. Danay Carrillo Nieves
Postdoc. en Sustentabilidad Energética
Profesora Tecnológico de Monterrey