El pasado 2 de agosto de 2023 fue el Día del Sobregiro de la Tierra. Esta fecha marca el día en que la humanidad sobrepasa la capacidad del planeta para regenerar todos los recursos naturales que utilizamos para su procesamiento industrial y entra en déficit ecológico. Es decir, a partir de esta fecha estaremos agotando los recursos naturales del planeta. La idea detrás del presupuesto ecológico es el cálculo de la cantidad de recursos naturales que provee el planeta y dividirlos en 365 días del año. Un consumo responsable implicaría llegar al 31 de diciembre sin acabarse el presupuesto. Por supuesto que lo deseable sería nunca sobrepasar el presupuesto ecológico; nunca llegar a los números rojos.
No obstante, año tras año esta fecha se ha ido recorriendo. De acuerdo con Global Carbon Footprint Network, hasta 1971, la humanidad no agotaba el presupuesto ecológico. Pero a partir de esa fecha en adelante, cada año se ha ido acelerando el proceso de agotamiento del presupuesto. Para 1974, se agotaba el presupuesto el 1 de diciembre. Para 1998 llegamos al 1 de octubre y así nos vamos acelerando el agotamiento hasta que, en 2017, la fecha se recorrió al 2 de agosto, en 2019 al 29 de julio y ahora 2 de agosto.
El desarrollo sostenible que no llega
En 1987, en el Reporte Nuestro Futuro Común de las Naciones Unidas, se define desarrollo sostenible como “la satisfacción de las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”.
Sin embargo, detrás de la gran retórica sustentable, para los grandes discursos y las grandes promesas de sostenibilidad, más de 30 años de declaraciones, días de la Tierra, conferencias, objetivos del milenio, objetivos de desarrollo sostenible y un largo etcétera, el presupuesto ecológico de la Tierra se acelera año tras año y lo único hasta ahora que lo ha logrado frenar es una pandemia.
Esto básicamente quiere decir que el desarrollo sostenible no existe más que como una idea. Clara y contundentemente estamos comprometiendo la capacidad de generaciones futuras, e incluso de éstas, del poder satisfacer sus necesidades y disfrutar de los recursos que provee la Tierra. Como bien se dice: los hechos hablan más claro que las palabras.
Deficit ecológico mundial. Fuente: Global Footprint Network
Al ritmo que vamos, Global Carbon Footprint Network nos dice que necesitamos alrededor de 1.7 Tierras para satisfacer nuestras necesidades.
¿La humanidad está acabando con el planeta?
Podemos decir que necesitamos 1.7 planetas para satisfacer nuestras necesidades. Pero ¿quién exactamente está incluído en ese “nosotros”? ¿Es realmente la humanidad o son algunos cuantos?
Si empezamos a desglosar y desmontar la fecha del sobregiro y lo vemos en función de los países, comenzamos a ver unas cuestiones curiosas. Si todos en el planeta actuarán como ciertos países, entonces las fechas cambiarían y vemos algunos datos interesantes. La fecha del sobregiro de Luxemburgo en 2023 es el 14 de febrero; EE.UU y Canadá es el 13 de marzo; Suecia el 3 de abril; Alemania el 4 de mayo, Francia el 5 de mayo, Japón el 6 de mayo y así todos los países industrializados se acabarían el prespuesto ecológico de la Tierra antes de la mitad del año. Lo más interesante es que estos países que claramente no son nada sostenibles, en nuestro imaginario son nuestros modelos de desarrollo a seguir.
Por el otro lado, países como México, tiene su fecha de sobregiro el 31 de agosto; Perú el 4 de septiembre; Colombia el 8 de noviembre; Iraq el 24 de noviembre y por último Jamaica el 20 de diciembre. Ninguno llega a lo deseable de al menos no terminar con el presupuesto, pero hay una gran diferencia entre terminar el presupuesto en octubre que en marzo, como EE.UU y Canadá.
Sobregiro de la Tierra por país. Fuente: Global Footprint Network
Al conocer estos datos, vemos que emerge una historia distinta donde no es “la humanidad” la causante de la crisis. Si la humanidad requiere 1.7 planetas para satisfacer sus necesidades, es sólo porque disminuye la cifra al promediar el consumo de las naciones desarrolladas con aquellas “en vías de desarrollo”.
Consumo de recursos de acuerdo a diferentes sectores de la sociedad
Adicionalmente, no es el consumo de la población en general sino de unos cuantos. Por un lado, de acuerdo con un reporte del Banco Mundial, el 20% más rico del mundo consume el 86% de todos los bienes y servicios del mundo, mientras que el 20% más pobre consume tan sólo el 1.3%. Desglosando esto aún más, el 10% más pobre representó sólo el 0.5% y el 10% más rico el 59% de todo el consumo mundial.
Por otro lado, de acuerdo con Oxfam, la mitad más pobre de la población mundial es responsable de sólo alrededor del 10% de las emisiones mundiales y, sin embargo, vive de manera abrumadora en los países más vulnerables al cambio climático, mientras que el 10% más rico de la población mundial es responsable de alrededor del 50% de las emisiones mundiales.
Así, podemos ver con claridad cuál es el problema. No es la humanidad; son naciones muy particulares y en otro nivel de análisis, es el hiperconsumismo de la clase media-alta en todos los países la que acaba rápidamente con el planeta con su estilo de vida. ¿Impactante? Sí, lo es. Que estos datos rompan un poco con visiones misantrópicas y nos hagan reflexionar al conmemorar esta fecha sobre las verdaderas causas de la grave crisis ambiental global.
Por: Dr. Luis Fernández Carril
Coordinador académico de Ruta Azul
Tecnológico de Monterrey