Obra: Inertia, MUSA, México. Por: Jason deCaires Taylor
Foto tomada de: https://underwatersculpture.com/works/underwater/
Vivimos ya en una nueva época. Todos aquellos nacidos después de 1980 no conocen qué es vivir sin el aumento de la temperatura promedio global. De esta generación en adelante nacerán en una época de cambio climático y todas las implicaciones que esto tiene.
Impactos climáticos que alcanzan a la gran mayoría de las personas
En 2023 se batieron récords de temperatura, mientras que tormentas, inundaciones, sequías y olas de calor causaron estragos. Según estudios recientes, ya 85% de la población mundial vive los impactos del cambio climático de una forma u otra. El Informe del Adaptation Gap Report 2023: Underfinanced. Underprepared - Inadequate investment and planning on climate adaptation leaves world exposed concluye que el progreso en la adaptación al clima se está ralentizando cuando debería acelerarse para ponerse al día con estos crecientes impactos del cambio climático.
El IPCC nos dice de forma contundente: “El cambio climático causado por el ser humano está provocando una disrupción peligrosa y generalizada en la naturaleza y está afectando la vida de miles de millones de personas en todo el mundo, a pesar de los esfuerzos desplegados para reducir los riesgos”.
Tenemos muchas personas sufriendo ya los embates del cambio climático y los esfuerzos tanto de mitigación como de adaptación no están funcionando. En adaptación, por el contrario, en muchos casos se está exacerbando la vulnerabilidad por malas prácticas, estrategias, visión cortoplacista, entre otras razones. A esto se le conoce como mala adaptación y el reporte del IPCC muestra con claridad que no estamos reduciendo los riesgos climáticos ni la vulnerabilidad humana y de los ecosistemas.
Límite de 1.5°C, ¿objetivo imposible?
La Organización Meteorológica Mundial alerta que: “existe un 66% de probabilidades de que la temperatura media anual cercana a la superficie entre 2023 y 2027 supere en más de 1.5 °C los niveles preindustriales durante al menos un año”.
Con esto, cada vez estamos más cerca de incumplir el objetivo del Acuerdo de París de estabilizar la temperatura global en 1.5 grados centígrados, como máximo aumento tolerable. De acuerdo con Climate Action Tracker, ningún país lleva un desempeño alineado a cumplir con la meta del Acuerdo de París. Además, nos dice que las políticas y acciones implementadas hasta ahora nos llevarán a un aumento de la temperatura promedio de 2.8 grados centígrados. Los impactos que hemos visto el día de hoy con el incremento de 1.2, los profundos impactos como el reciente huracán Otis y muchos otros eventos extremos de 2023 nos deben alertar sobre lo que significará un mundo con una elevación tal como 2.8 grados en la temperatura global.
Responsabilidad de las minorías; afectaciones a las mayorías
Frente a estos riesgos, son muchas, diversas y complejas las formas en las que la humanidad se verá tanto vulnerable a potencialmente ser impactada por el cambio climático, como vulnerada al vivir de una forma u otra una realidad climática distinta en el Antropoceno .
Ahora, es importante que frente a este panorama pensemos por qué estamos frente a esta nueva época turbulenta y compleja. Sabemos que hay naciones con una responsabilidad histórica por sus emisiones desde la Revolución Industrial y también los actuales emisores principales de gases de efecto invernadero (GEI). Estos son dos tipos de responsabilidad identificados con claridad: responsabilidad histórica y responsabilidad presente basada en el principio contaminador-pagador.
Sin embargo, hay otra responsabilidad. Según Oxfam, 10% de la población mundial es responsable de 50% de las emisiones globales mientras que el 90% de la población es responsable del 10% de las emisiones.
Esto significa que la responsabilidad histórica, la presente y la responsabilidad por las emisiones de estilo de vida de las clases sociales y lo que se conoce usualmente como la “inacción” de los gobiernos son la suma de responsables por el estado actual del planeta y de esta vulnerabilidad que será vivida de forma innata.
Acciones contrarias a una solución
Este punto de la inacción requiere detallarse. La narrativa en general frente al ínfimo progreso en la reducción de emisiones a nivel internacional coloca como causa la “inacción de los gobiernos y la falta de ambición”. Esto es parcialmente cierto, pero también habría que desagregar lo que ha implicado esa “inacción”.
La inacción suena a un daño no intencional, pasivo. Sin embargo, esta responsabilidad cambia cuando, a pesar de que los gobiernos mundiales aumentan sus ambiciones de reducir los combustibles fósiles en el futuro, de acuerdo con la Agencia Internacional de Energía, en 2022, gastaron la cifra récord de 1 billón de dólares en subvencionar fuentes de energía que son el principal motor del cambio climático. Eso no es inacción, es deliberadamente financiar una catástrofe climática.
¿Cómo cambia el panorama al saber que es posible que seamos forzados a vivir en un mundo turbulento que no nos cayó por un terrible infortunio, sino que fue provocado por una amplia lista de responsabilidades de gobiernos, empresas e individuos específicos que toman decisiones con implicaciones sobre la vida y la muerte de miles de millones de personas?
Por: Dr. Luis Fernández Carril
Gerente Académico de Ruta Azul
1 El Grupo de Trabajo del Antropoceno (Anthropocene Working Group), un equipo multidisciplinario con integrantes de catorce países y perteneciente a la Comisión Estratigráfica Internacional, lo define como el “intervalo de tiempo geológico actual, en el que muchas condiciones y procesos en la Tierra se ven profundamente alterados por el impacto humano.