Y aquí vamos… Entre el Día de la Tierra y el inicio del año IV. Tal cual, junto con tu lectura, comenzamos un nuevo ciclo de doce boles. Arrancamos con éste, el cuarto año de vida, producción y divulgación del blog y boletín de Sostenibilidad para Ruta Azul.
Como cada mes, me cuestiono: ¿qué podría preguntarle a la IA que no me pueda decir lo humano? Estos son un par de medios confeccionados, de verdad, con mucho amor, escritos, compilados, armados, editados por humanos, con la paciencia y destreza de un admin digital increíble, y, con el apoyo de una agencia inbound maravillosa. Mes con mes contamos con plumas decididas, críticas y reflexivas para los artículos, con un equipo editorial divertido y muy clavado que domina los temas centrales de nuestras publicaciones, rodeados de una comunidad Tec que nutre los contenidos.
Este par, blog y boletín, son nuestra forma de divulgar conocimiento, de criticar comportamientos, de motivar a tomar acción climática a ser reflexivos y más conscientes. Esta publicación nuestra es tuya, es un boletín para las personas que nos leen y las que se suman de a poquito, seguimos aquí porque nuestra ávida comunidad ha crecido solita, de forma orgánica como dicen los que saben.
¿Podremos como humanidad reconfigurar nuestras prioridades, nuestras instituciones y nuestros estilos de vida antes de que el colapso ecológico nos obligue a adaptarnos por la fuerza? Es para mí la pregunta central del Artículo de Reflexión, con la que el autor ahonda en este Día de la Tierra 2025, donde el reconocer que la salud y bienestar del planeta están entretejidas con nuestra sobrevivencia como especie.
Quizá uno de los caminos para la humanidad, lo aborda la autora del Artículo de Vida Sostenible, ya que para la resiliencia humana y la regeneración de los sistemas con los que nos interrelacionamos, a la crisis climática, siendo un problema complejo, lo debemos enfrentar desde un enfoque holístico e integral para generar conocimiento desde lo multi, inter y transdisciplinario, esto es: observar el problema desde diversas disciplinas, desde ángulos variopintos que nos muestren las causas y cómo afrontar y mitigar los efectos.
Hace no mucho, en una recomendación pasada, hablé del maravillarnos por la Tierra que habitamos, la que pareciera lejana y la que nos rodea. En honor a su día, la Recomendación del mes son dos: un documental que nos cuenta del origen de Gaia y una expo fotográfica que nos sumerge en la Amazonia. La combinación de ambas obras recontextualiza nuestra existencia como especie.
Entonces, ¿qué celebramos? Una Tierra que nos engendra y a la cual devastamos, drenamos; o, los a veces ilusos y utópicos esfuerzos civiles por mitigar aquello que no tiene reversa. Quizá, celebramos que aún la vivimos, que comenzamos a medio adaptarnos. Sería maravilloso celebrar que la sanamos y nosotros junto con ella, o la loca idea de que como personas y sociedad planetaria al unísono de pronto tuvimos conciencia climática, del otro y de nuestra herencia… Entre la celebración, el desasosiego, y preguntas silenciosas -e incómodas- me encuentro…
De entre tanta emoción, volví al cierre de este editorial. Así, mi intento fue formular una pegunta que abarcara conceptos de celebración, logro, divulgación, acción, cariño, tiempo. Tan ‘amorosamente’ como su artificial inteligencia le permite responder, el Chatgépété felicitó nuestra continuidad y aguante (instantáneamente se me antojó como analogía a nuestra celebración a La Tierra). Me pregunto quién nos felicitó, ¿las mentes de quienes teclean y alimentan su entrenamiento sin pausa, o la IA comienza a humanizarse? … ¡nah! No lo creo... -espero-. Por cierto: ¿qué tan artificial es tu celebración?
La Editora