Nuevamente aquí, en este nuevo, novísimo, nobel año al cual llamamos 2024 y de nuevo le pregunté al chat bot para darme una idea qué hacer con este querido editorial. Enero, le pregunté, ¿qué es enero? …un mes, en algún punto mencionó que es un tiempo, a lo que repliqué ¿qué es el tiempo? Al final como podríamos inferir pues sí, el chat “se puso filosófico” y me arrojó una solución precargada con nuestra respuesta colectiva al conocimiento generado por la humanidad a lo largo del… tiempo, ese constructo humano para delimitar y medir sucesos e intervalos, llegadas, salidas y términos; es el tiempo nuestro yugo y nuestro horizonte.
Entonces, para arrancar este flamante bloque temporal, en el bole de este mes, el Artículo de Vida Sostenible nos plantea repensar acerca de nuestros hábitos y los pequeños cambios que podemos hacer paulatinamente para que nuestras actividades cotidianas sean más sostenibles para cuidar nuestro planeta.
A pesar de que el tiempo es secuencial, el Artículo de Reflexión, nos trae de vuelta -o en avanzada- en pleno invierno la sensación del otoño, del sonido y olor de sus hojas secas que nos provoca el antojo de pisarlas, para hacernos saber que con esa juguetona acción nos relacionamos con el medio ambiente de una forma no sólo placentera sino colaborativa pues somos parte de la naturaleza.
Así, la Recomendación del Mes nos puede sensibilizar a través de la lectura de la trilogía “La Tierra Fragmentada”, acerca de la correlación esencial entre lo sostenible y las necesidades humanas, entre la fragilidad medioambiental y nuestras acciones, prácticas que no queremos o alcanzamos a modificar, por lo que nuestro impacto sobre el bienestar del planeta está fisurando su ciclo de vida.
El tiempo térreo, como lo humano, está cambiando, ya no tiene la misma piel, ni la misma textura, ni la temperatura como la conocíamos, el tiempo está comenzando a ser disfórico, confuso, transgresor; y, sí nos atenemos a estos bloques de cronos construidos por y para lo humano, pienso que, en efecto, Tiempo es lo que no tenemos, nos lo estamos acabando frente a la crisis climática. ¿Será que nuestra inteligencia es temporal?
La Editora