¿Qué haces cuando ves tu casa arder? …La respuesta de un chatbot climático me hizo replantear la pregunta y fue donde me respondí sola. Era obvia. Buscas salvaguardar a toda costa lo que aún no se pierde, rescatas lo que amas, lo que necesitas, aquello que te da sentido y pertenencia, eso que te da vida, alegrías, sueños y añoranzas. Este mes, el artículo de reflexión nos invita a pensar acerca de la negación frente a lo que ya estamos viviendo debido a la urgencia climática o a cómo hacemos acción climática con conciencia ecológica bajo la disyuntiva de qué hacer más allá de quejarnos o sumarnos a los optimistas del nada pasa, todo irá bien.
Pareciera que todo esfuerzo por más catastrófico que sea el panorama, nos muestra las aún posibles soluciones para enfrentar la crisis climática, a través de grietas y fracturas de un todo, del sistema climático al cual pertenecemos y del que no alcanzamos a ver su real deterioro -que es el nuestro- o que simplemente no queremos aceptar. “Una rara sensación de esperanza” es una de las frases que definen a Kiss the Ground, el documental recomendado este mes. Casi hora y media que nos lleva a repensar tanto la posibilidad como la necesidad de resguardar y sanar la tierra que nos contiene, que nos alimenta e hidrata. La sola idea de que algunos cambios poderosos en la forma en que tratamos a la tierra pudiesen revertir parte del daño, enfriar un poco nuestro planeta, es en sí esperanzador, pero… ¿estamos dispuestos a dar, a comprometernos, a respetar acuerdos, a re adaptarnos en conjunto, a ajustes radicales y aceptar cambios en nuestro status quo? No lo sé.
En Montreal recientemente fue el congreso Adaptation Futures 2023, mesas y grupos de trabajo meditando ¿qué más podemos hacer? como sociedad global para mitigar y adaptarnos a lo que ya cambió, a lo que ya no tiene retorno, a lo que académicos y científicos desde hace varios lustros nos han alertado del rumbo que la humanidad ha tomado… Un poco de reflexión queda prometida para el siguiente bole, mientras tanto ¿qué será del futuro nuestro? Tal vez no alcancemos más a besar la tierra que nos nutre, quizá sólo morderemos el polvo que dejemos… ¿Qué tan artificial es nuestra inteligencia? Lo suficiente para obnubilar nuestras decisiones.
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