Para comenzar con este editorial me hizo sentir un dejà-vu artificial. Por lo que me arrojé a escribir sin tocar a chat bot alguno, porque ya sabes, consumir iA ¡vaya que contamina! Sería irónico ¿no? Escribir un editorial de consumo responsable, ahondar en el tema de los desechos que generamos y para dar forma a los siguientes párrafos, hacerlo desde un palique virtual con el ChatGPT por mencionar uno de tantos.
Esto me lleva al Artículo de Reflexión que en este mes la autora nos invita a pensar detenidamente en los desechos que generamos, con los que de forma acelerada estamos produciendo una “marea de basura” que en cierto punto nos puede ahogar. Y es que, simplemente no verificamos ¿qué sucede con los restos de lo que ya no queremos? Aquello que no tiene forma de reciclarse, eso en cuanto a empaques u objetos que no queremos cerca. Pero ¿qué sucede con nuestro tiempo y las redes sociales?
El Articulo de Vida Sostenible nos muestra algo que quizá sabemos pero nos es cómodo y conveniente no pensar mucho en el impacto que las RRSS tienen en el cambio climático, ¿cierto? Es sencillo, toma un minuto, piensa en los intervalos que usamos a diario para pasear en nuestras redes sociales, el espacio que ocupamos de nuestras horas se torna en un desperdicio, de tiempo y emociones, de espacio e ideas, y a la par estamos contaminando, porque sí, el uso de la red, también genera una huella.
Los vestigios también son huellas, sólo que en el caso que nos narra Frontier Town, el documental Recomendación del Mes, el que por momentos te estruja con tan sólo sentir empatía y ponerte en el lugar de los habitantes Fairbourne, un pueblo costero. Imagina que tu hogar, tu refugio, la memoria, el lugar que te vio crecer, se ahogará, pues intentar lo inevitable -salvar el pueblo reforzando el viejo dique para que resista la subida del nivel del mar derivada del cambio climático- sale mucho más caro, que la valía que el gobierno le da a este pedazo de territorio en el que, por cierto, vives.
Todo consumo que no es reflexionado, todo consumo que es excesivo, todo lo que usamos y tiramos sin responsabilizarnos por los desechos que generamos, eso va a ser basura y… sólo queda “tirarlo”… te has preguntado: ¿qué tan artificial es tu interés por modificar hábitos, qué tan desechable es tu tiempo?
La Editora