En el año más caliente del que se tiene registro, se lleva a cabo el foro de acción climática más grande e importante de la historia: la COP28. La COP (Conferencia de las Partes) es el órgano supremo de toma de decisiones de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) donde se examina la aplicación de la Convención y los instrumentos jurídicos adoptados, entre otros (UNFCCC, s.f.).
Más de 90 mil personas del sector público, sector privado, organizaciones de sociedad civil, instituciones educativas, activistas y comunidades indígenas de todos los rincones del mundo se reúnen a diseminar conocimiento, impulsar estrategias, proponer acciones y colaboraciones para avanzar la acción climática e implorar a los gobiernos de los países a que actúen para asegurar la sobrevivencia del planeta.
Un arranque lleno de esperanza
En los primeros días, se respiran aires de optimismo. La presidencia de la COP28 asegura que estos días se han movilizado más de 57 mil millones de dólares. Un ejemplo de ello es la decisión de operacionalizar el fondo de pérdidas y daños en el que los países “desarrollados” ya se han comprometido a destinar más de 600 millones de USD. Este fondo “ayudará a compensar a los países vulnerables que luchan por hacer frente a las pérdidas y daños causados por el calentamiento global(…)” (Noticias ONU, 2023).
Este logro se acompaña de, además, la firma de declaraciones a favor de las energías renovables y eficiencia energética, salud, sistemas alimenticios sostenibles y resilientes entre otros.
Por primera vez se le dedicó un espacio a la intersección de género y clima. Esto es fundamental porque, en palabras de Sima Bahous, Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, “The rights of women and girls must be at the center of climate action, including here at COP28. We must ensure that women have a seat at the decision-making table” (UN News, 2023).
Retos pendientes
Pero a pesar de estos avances iniciales, las discusiones sobre la eliminación o reducción de uso de los combustibles fósiles siguen sin avanzar y las inversiones en éstas incrementan día con día. La realidad es que aún queda mucho por trabajar y definir, que para enfrentarnos a la amenaza de la crisis climática es necesaria la acción de todos los sectores de la sociedad y no solo de los países.
Fuera de las salas de negociación, la sociedad civil se hace presente en los pabellones, donde miles de personas participan en paneles, discusiones y encuentros. En este espacio se habla sobre innovaciones tecnológicas, soluciones basadas en la naturaleza, compromisos de neutralidad de carbono, colaboraciones intersectoriales, movimientos y manifestaciones, todas en favor de la acción climática.
Universidades, agentes de cambio
Mientras recorro los pabellones y atiendo eventos, me pregunto ¿dónde estamos las universidades? ¿Cuál es nuestro propósito en un espacio como éste? Más allá de nuestro rol como academia, las universidades necesitamos crear un frente común, como casas de conocimiento. También podemos construir puentes y fomentar capacidades al vincularnos con los distintos actores de nuestras respectivas comunidades. No son acciones para las generaciones que ya estamos aquí sino las que están por venir. Además, ¿dónde estamos las universidades de América Latina? ¿qué rol queremos tomar y cómo nos convertimos en líderes para movilizar la acción climática en nuestra región?
En 2025, la COP30 será en Brasil y es fundamental que como universidades latinoamericanas colaboremos para resolver estas preguntas y logremos una presencia firme que nos permita incidir en los compromisos climáticos de nuestra región y del mundo. Las instituciones educativas somos una pieza clave para movilizar las acciones de la región y debemos asumirnos como tal ante el desafío al que nos enfrentamos.
Al final, se necesitan más que promesas y compromisos. Urgen acciones contundentes. De todos los sectores, a todos los niveles, en todo el mundo, ahora.
Por: Paola Visconti Arizpe
Gerente de Vinculación Ruta Azul
Dirección de Desarrollo Sostenible y Vinculación
Tec de Monterrey
Referencias: