De acuerdo con expertos de la ONU, el cambio climático causado por el ser humano está provocando una disrupción peligrosa en la naturaleza y está afectando la vida de miles de millones de personas en todo el mundo. En México, el 87% de los tiraderos de basura son a cielo abierto los cuales contaminan cuerpos de agua, suelos, deterioran el paisaje y se convierten en una fuente de enfermedades para todas las personas. De acuerdo con datos del INEGI, cada persona en nuestro país genera aproximadamente 1 kilo de basura al día, si tomamos en cuenta toda la población mexicana, eso equivaldría aproximadamente a 126 millones de kilogramos de residuos diarios.
En el Tec de Monterrey, este tema adquiere una importancia especial, ya que no sólo se trata de formar a las generaciones futuras, sino también de demostrar el impacto positivo que puede tener la acción individual en la creación de un entorno más responsable y sostenible frente a la amenaza del cambio climático.
El impacto de la economía circular
Las instituciones educativas, como el Tecnológico de Monterrey, son centros en donde se congregan una gran cantidad de personas todos los días. Nuestra rutina y acciones diarias generan una cantidad significativa de residuos, como los residuos orgánicos, inorgánicos, plástico, papel y metal. A nivel mundial, la mala gestión de residuos puede generar hasta 45 megatoneladas de emisiones de gases de efecto invernadero, que contribuyen al cambio climático, destruyen ecosistemas y afectan la salud y vida de las personas en condiciones vulnerables ¿Sabías que, para contrarrestar el efecto de esta cantidad de gases, tendríamos que plantar aproximadamente 15 mil millones de árboles? El equivalente a casi el doble de la población mundial.
Una correcta gestión en las instituciones educativas ayuda a reducir la cantidad de residuos que se envían a los vertederos o rellenos sanitarios y por ende a mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero. La separación y el reciclaje de materiales como papel, plástico y vidrio pueden reducir la necesidad de extraer recursos naturales para la producción de nuevos materiales. Además, el compostaje de residuos orgánicos puede ayudar a producir abono para los jardines y áreas verdes de la institución, cerrando así el ciclo de los materiales y haciéndolos parte de un sistema de economía circular.
La economía circular ofrece un marco viable para ese cambio transformador del cual todos podemos ser parte, crea oportunidades para un nuevo y mejor modelo de crecimiento, que no solo ayuda a proteger y recuperar la biodiversidad, sino que también brinda otros beneficios para toda la sociedad como ayudar a enfrentar el cambio climático, mejorar la calidad del aire y el agua y reducir el costo de acceso a bienes y servicios.
El poder del cambio individual
Si bien la gestión de residuos en las instituciones educativas requiere esfuerzos colectivos, cada persona dentro de la comunidad tiene la capacidad de marcar la diferencia a través de elecciones diarias simples pero significativas, como, por ejemplo, empezar por separar bien los residuos y tirar cada uno en el bote que le corresponde. Clasificar los materiales reciclables de los residuos no reciclables permite que se puedan reciclar y reutilizar en lugar de terminar en un vertedero. Esta práctica también ayuda a minimizar la contaminación y reduce la cantidad de recursos naturales que se extraen para la producción de nuevos productos. Además, cada persona puede contribuir al compostaje de los residuos orgánicos, ya sea en el hogar o en el Tec al poner tus residuos orgánicos en los contenedores indicados, el compostaje es una forma efectiva de reducir la cantidad de residuos que se envían a los vertederos.
Al convertir los residuos de alimentos en nutrientes para el suelo, se cierra el ciclo de los nutrientes y se evita la producción de gases de efecto invernadero asociados con la descomposición de los residuos en los rellenos sanitarios.
En conclusión, la correcta gestión de residuos es fundamental para promover la sostenibilidad y educar a las generaciones futuras sobre la importancia de cuidar el medio ambiente. A través de acciones individuales como la reducción del consumo, la separación adecuada de residuos y el compostaje, cada persona puede marcar la diferencia y contribuir a un cambio positivo en su entorno. A gran escala, estos cambios nos ayudan a reducir las emisiones nocivas para el medio ambiente y evitamos que los residuos contaminen el suelo y el agua; por otro lado, una correcta gestión de residuos y un sistema de economía circular ayuda a dignificar el trabajo y reduce riesgos de salud en el personal que nos apoya a gestionar los residuos, resultando en una solución viable a un problema urgente.
¿Realmente puedo hacer la diferencia? ¡Si! Es hora de reconocer el poder que tenemos como individuos y tomar medidas concretas para crear un futuro más sostenible para todos. Y tú, ¿qué cambio harás hoy?
Por: Diana Alejandra Peláez García
Líder nacional de economía circular y y gestión de residuos
Tecnológico de Monterrey
Referencias: