Febrero y marzo son meses importantes para las sociedades del mundo. En el primero de ellos se reconoció la gran labor y trabajo que realizan niñas, jóvenes y mujeres a fin de incentivar y empujar agendas que acerquen aún más la ciencia y la tecnología a todas ellas. En marzo se conmemoró la lucha por la igualdad y equidad de todas las mujeres.
Si bien ambas fechas son un parteaguas para la construcción de una sociedad más justa e igualitaria, aún existen techos que se deben romper. De acuerdo con el informe sobre la Brecha Global de Género 2022 del Foro Económico Mundial, estamos a 132 años de lograr la paridad total entre mujeres y hombres.
El dato es abrumador. Si no hacemos algo al respecto se perpetuarán aún más las desigualdades. Por ello, me gustaría abrir la reflexión sobre ¿qué debemos hacer para girar la aguja y lograr cambios significativos para que las niñas y jóvenes se interesen y participen en carreras relacionadas con la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas? o ¿de qué manera podemos incentivarlas para que se conviertan en activistas frente a la emergencia climática?
Formación de nuevas generaciones
Como padre de una hija que está por descubrir su misión en este mundo, me gustaría explotar cualquier oportunidad para que ella y todas las niñas de su generación puedan lograr sus metas y sueños. Considero que en esta primera infancia, madres y padres tenemos la responsabilidad de escuchar, apoyar y detectar aquellos gustos y afinidades que permitan su crecimiento en cualquier área de estudio.
Asimismo, me gustaría que nuestros principales aliados, las escuelas, se involucren más en su empoderamiento, al ofrecer planes de estudio y actividades que detonen su poder transformador. Esto acompañado de una educación basada en el desarrollo sostenible (EDS) que se perfila como la piedra angular del cambio de valores y comportamientos para la preservación de los recursos y del medioambiente. Así, para cuando lleguen a la juventud conozcan los retos existentes y se sumen a las soluciones, que estoy seguro de que con sus aportaciones frenarán en gran parte la crisis climática.
Latinoamericanas, activistas y mujeres: jóvenes por el clima
La lucha por un mundo sostenible no sólo lo llevan a cabo aquellas personalidades en los grandes escenarios internacionales como Naciones Unidas, sino que se lleva a cabo a nivel local, por mujeres que tal vez no sean reconocidas por los medios, pero que son dignas de reconocimiento por su lucha. Por lo anterior, me gustaría visibilizar y reconocer el gran trabajo realizado por jóvenes activistas de Latinoamérica que luchan para acortar las brechas de desigualdad y por un futuro mejor. El trabajo de estas jóvenes activistas pueden ser inspiración para las nuevas generaciones.
Xiye Bastida (México), desde niña vio la forma en la que su hogar fue devastado por sequías e inundaciones. Ahora la adolescente vive en Nueva York y está a la vanguardia del movimiento climático. Es una de las voces más efectivas en el movimiento de la juventud por el clima. Es líder en las protestas de ‘Fridays for Future’, una campaña que inició cuando Greta Thunberg se manifestó en 2018 frente al parlamento sueco para exigirle al gobierno tomar acción frente al cambio climático y devino en un movimiento global para luchar contra el cambio climático.
Giovanna Romero (México), estudiante del Tecnológico de Monterrey que recientemente fue galardonada con el Premio Mujer Tec gracias a que desde muy joven se ha involucrado en proyectos, iniciativas y concursos nacionales e internacionales que buscan la participación de más mujeres y niñas en áreas de tecnología y sustentabilidad.
Angelina Worrel (Costa Rica), activista climática y agente de cambio. Formó parte de la organización Global Issues Network, trabajando en el departamento de aprendizaje e innovación. Junto con el Ministerio de Ambiente y Energía, la Universidad de Costa Rica y un grupo de jóvenes de distintas edades, desarrolló la campaña "Videos por el Clima".
Martina Gómez (Argentina), pertenece a la organización Jóvenes por el Clima y su foco ha sido la educación ambiental. Busca transversalizar la acción climática con la justicia social, el feminismo, la diversidad, la calidad de vida y los derechos humanos.
Carolina Olga Lugo Guzmán (Bolivia), es activista ambiental que trabaja por los derechos de la naturaleza y el respeto hacia los animales. Formó parte de la Organización Red Juvenil de Economía Circular (RED JEC) de alcance nacional y regional.
Guadalupe Caner (Paraguay), es activista medioambiental del movimiento juvenil Grüne Umwelt, iniciativa que surge con el objetivo de crear conciencia entre la ciudadanía acerca de la fauna y flora nacional, además de buscar soluciones a las problemáticas medioambientales en el mundo.
Las claves: educación inicial y fin de estereotipos
ONU Mujeres afirma que es importante incidir en los primeros años de estudio, ya que la autopercepción y estereotipos de quiénes pueden estudiar carreras relacionadas con las ciencias y tecnología (STEM) son la primera barrera para que las niñas desarrollen interés, compromiso, motivación y disfrute por estas ramas del conocimiento.
Esta declaración es muy cierta, si queremos ser una sociedad que trascienda en temas relacionados con igualdad, equidad de género y cuidado del medio ambiente, es crucial crear las condiciones para que nuestras hijas sigan el ejemplo de las incansables activistas que vemos en tanto en el escenario internacional y en las luchas locales.
Por: Christian Morales Salvador
Líder nacional de Comunicación Institucional
Tec de Monterrey
Referencias: